La intervención se enfoca en la revitalización de la zona de ocio acuático de un hotel de 700 habitaciones. Un componente de especial interés en este proceso de renovación es la nueva construcción para albergar los aseos y las instalaciones del solárium.

Con un diseño elegante, se satisfacen las necesidades programáticas y funcionales de la zona. Un elemento distintivo del proyecto es la inclusión de celosías de piedra de marés, una piedra utilizada tradicionalmente en la arquitectura de la isla.

Estas celosías desempeñan un papel esencial al regular la iluminación y la privacidad, al mismo tiempo que facilitan una ventilación cruzada continua, aspecto fundamental en espacios de servicios como los descritos. 

Esto resulta en efectos visuales cautivadores, entre los que se incluyen contraluces que permiten la privacidad del interior y que enriquecen la experiencia de los usuarios del espacio.